
Un centro de formación es un servicio que ofrece una empresa para dotar a una persona de las habilidades necesarias para desempeñar una labor dentro del complejo mecanismo macroeconómico. Ocurre que los conocimientos y las técnicas avanzan tan deprisa que un centro de formación ha pasado de ser una actividad estable a tener que adaptarse, actualizarse y cambiar su producto constantemente si quiere sobrevivir dentro del sistema económico y productivo.
Y aquí llegamos al primer escollo que resolver: la actualización de contenidos. Nos encontramos muchas veces con contenidos obsoletos, aunque no tengan tantos años desde que se elaboraron. Pero como todo avanza tan deprisa, los contenidos deben avanzar a la misma velocidad. ¿Quiere esto decir que deberíamos actualizar los contenidos enteramente cada año antes de comenzar un curso? No necesariamente.
Estructuración de contenidos formativos
Actualizar contenidos no debe ser una labor tan costosa. Todo depende de la estructuración y planteamiento de las materias. Los contenidos no se deben estructurar como un relato, sino como un mosaico, en el que cuando una de las piezas del mosaico queda obsoleta, se cambia por otra que lo actualice sin que ello afecte al resto del curso.
Esta forma de estructurar contenidos, además, hace innecesaria la intervención del profesor, porque la empresas proveedoras de contenidos ofrecerán cada cierto tiempo las cápsulas que actualizarán los contenidos; te dirán en cada momento, qué cápsula formativa debe ser sustituida por una nueva cápsula. Porque pedir a los profesores que actualicen los contenidos de su materia se ha convertido en una procesión.
Es importante tener en cuenta en este caso, que muchos centros de formación, sobre todo los dedicados a formación ocupacional no dispone de docentes a tiempo completo durante todo el año, sino que se les contrata para cada acción formativa concreta, por lo que se hace difícil a veces pedirles que actualicen el contenido de los cursos. Para el propio docente muchas veces supone un esfuerzo enfrentarse a la actualización de las materias que no sabe si será recompensado por la incertidumbre en la que se mueve siempre respecto a su futura vinculación con la empresa.
Competitividad y competencia
¿Y es tan importante la actualización permanente de contenidos para la buena marcha de la empresa? ¿No es suficiente con modificarlos un poco cada cierto tiempo?
Pues no. Porque aquí entra la competitividad de la empresa. Hay miles de empresas de formación solo en España; empresas que están comprobando cómo cada vez les cuesta más conseguir nuevos alumnos, muchas veces por la sana competencia, pero también porque les ha salido tres nuevos competidores:
- La modalidad de formación eLearning, por la que los alumnos tienen acceso a plataformas de teleformación de cualquier país del mundo.
- Los MOOCS, los cursos masivos gratuitos. Sí, y no nos engañemos, muchos de ellos son muy buenos y sin costar un euro (solo que se paga la acreditación)
- Los tutoriales de Youtube y los blog Esta información sí que está actualizada y al alcance de todos. Si no damos algo más a nuestros alumnos, no volverán a nuestro centro.
Así que lo mejor que podemos hacer es adaptarnos a las nuevas circunstancias. Y la actualización de los contenidos es solo una forma de ser más competitivos e innovadores, competitividad e innovación que facilitarán la supervivencia y crecimiento de la empresa.